Sobran las presentaciones al mencionar franquicias tan famosas como Harry Potter. Basta decir que sus libros son de los más leídos entre los más jóvenes y que su escritora, J. K. Rowling, es de las personas más ricas del mundo gracias a ellos. Como era de esperar sus diferentes adaptaciones cinematográficas consiguen grandes éxitos de taquilla y su séptimo libro: Harry Potter and the Deathly Hallows (y las Reliquias Mortales, traducción que se acepta en español), es de los más esperados de los últimos años.
Casi simultáneamente a la publicación inglesa de dicho último titulo, Warner Bros estrenará en los cines de toda Europa la quinta película de la saga: Harry Potter y la Orden del Fénix, dirigida por David Yates y con el guión de Michael Goldenerg (que reemplaza a Steeve Kloves, guionista de las anteriores). Electronic Arts, como en las anteriores versiones, se está encargando de su adaptación multiplataforma, enmendando los errores de sus últimas entregas. Volvemos a Hogwarts con un peligroso enemigo… 
El ejército de los magos
Como toda buena adaptación cinematográfica que se precie, La Orden del Fénix seguirá todos los acontecimientos de la película homóloga pero, además, ofrecerá unos cuantos inéditos que aparecen sólo en el libro, para comprender mejor así a los personajes. El guión comenzará a partir del ataque de dos dementores a Dudley Dursley, primo de Harry (en cuya casa pasa el verano), y la posterior llegada de éste y sus compañeros al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, donde nadie les cree sobre el regreso del malvado Lord Voldemort.
Además, el actual Ministro de Magia, Cornelius Funge, al temer que el actual director del colegio le quiera robar el puesto, manda a una persona de su confianza para ocupar el puesto de profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Esta mujer, además de no enseñar casi nada a los alumnos, empieza a aplicar estrictas normas de conducta, llegándose a autodenominar Gran Inquisidora. Ante esta grave situación, Harry crea el Ejército de Dumbledore, pero desconoce si será suficiente para enfrentarse a los problemas que van surgiendo tanto dentro como fuera del colegio. 
Al igual que en el libro, que es el más largo de todos los escritos hasta la fecha, el juego ofrecerá un desarrollo más oscuro que sus precedentes aunque también habrá cabida para ciertos momentos humorísticos y de tensión. En esta ocasión se implantará una libertad de acción muy alta, pudiendo escoger las diferentes acciones en cualquier momento del juego y repercutiendo muchas de ellas en los acontecimientos futuros.
Así pues, durante el juego Harry, además de asistir a clase, podrá resolver intricados puzzles, participar en las competiciones de Quidditch, enfrentarse a los rivales de la casa Slytherin o bien explorar todo Hogwarts, recreado con una gran majestuosidad y con muchas localizaciones que sólo aparecen en las películas anteriores o en los libros. 
Eso sin contar con la posibilidad de hablar con cerca de 600 personas diferentes, algunas de ellas muy importantes ya que les solicitarán ciertos favores en forma de sencillas misiones (como los cuadros de los fantasmas, que nos ayudarán a descubrir todos los rincones del castillo). También habrá cabida para diversos mini-juegos, como el Ajedrez de los Magos, las Piedras Gob o el Broche Explosivo, por citar unos ejemplos.
Pero, además, al completar la aventura, podremos descubrirla de nuevo en el papel de dos importantes personajes en la trama: Sirius Black y Albus Dumbledore, descubriendo sus respectivas tramas en los acontecimientos principales, lo que aumentará considerablemente la rejugabilidad. Aún sin considerar la gran cantidad de extras y secretos que Electronic Arts va a introducir para deleite de los seguidores de la saga. Además, el juego ofrecerá tres niveles de dificultad, para ajustarse mejor a cada nivel de jugador. 
Controla la magia, controla el poder
Aparte de esta importante novedad, lo más destacable de esta adaptación será el nuevo sistema de gestión de magias, mucho más real que las entregas anteriores. Tanto es así que en lugar de pulsar sencillos botones para realizar los hechizos, se utilizarán las funciones únicas de cada pad (a excepción de, por supuesto, GBA): los sticks analógicos en el caso de PS2 y 360, la pantalla táctil en el de NDS, el ratón en la versión de PC, el control espacial del Sixaxis en PS3, y el del movimientos del Wiimote y el Nunchaku en Wii.
Por ejemplo, para elevar los objetos habrá que, en cada caso, deslizar delicadamente el stick analógico derecho, realizar una línea con el stylus o mover ligeramente los pads de PS3 o Wii. Al igual que otras tanta acciones para lanzar fuego o rayos, petrificar enemigos, realizar escudos mágicos y otros hechizos ofensivos y defensivos, dado que habrá cientos de ellos (organizados en ocho clases diferentes, aunque también podrán potenciarse) y también la forma de realizarlos será totalmente personalizable.
Esta gran diferencia en cada versión será, a priori, la única existente, dado que las diversas adaptaciones compartirán argumento y el desarrollo será básicamente igual, si bien en Nintendo DS y Wii habrá muchos más mini-juegos para poner a prueba la precisión con sus llamativas funciones. Los combates, en cambio, serán en horizontal al estilo de Hotel Dusk o Brain Training, en el caso de la portátil de dos pantallas de Nintendo, y por turnos, en el de GBA. 
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